La película sigue a Cecilia, quien recibe la noticia del suicidio de su abusivo ex novio. Ella comienza a reconstruir su vida. Sin embargo, su sentido de la realidad se pone en tela de juicio cuando comienza a sospechar que su amante fallecido no está realmente muerto.
Mickey Pearson (Matthew McConaughey) es un estadounidense que ha creado un exitoso imperio criminal en Londres. Pero cuando decide venderlo al mejor postor, más de uno intentará impedir el acuerdo y tomarlo por su propia cuenta, sin importar el costo. Pronto se desata una historia llena de engaños, tiroteos, persecuciones, chantajes y sobornos en el bajo mundo del crimen, dirigida por Guy Ritchie e interpretada por un elenco estelar que incluye a Charlie Hunnam, Henry Golding, Colin Farrell y Hugh Grant.
Uno de sus primeros casos, y el más incendiario, es el de Walter McMillian (Foxx), quien, en 1987, fue sentenciado a muerte por el notorio asesinato de una niña de 18 años, a pesar de la preponderancia de evidencias que prueban su inocencia y el hecho de que el único testimonio en su contra provino de un criminal con motivos para mentir. En los años siguientes, Bryan se ve envuelto en un laberinto de maniobras legales y políticas y racismo abierto y descarado mientras lucha por Walter y otros como él, con las probabilidades y el sistema en contra de ellos.
En un pequeño pueblo cerca de París, es el primer día del verano y el último de vida de Claire (Catherine Deneuve). O por lo menos, ella se despierta convencida de que es así. Por eso decide deshacerse de todas sus pertenencias. Pero a medida que las va vendiendo, descubre como esos objetos que tanto ha amado reflejan una vida tan trágica como resplandeciente. Esta última locura de Claire provocará el regreso de su hija Marie (Chiara Mastroianni, la hija real de Deneuve), a quien no ha visto desde hace 20 años, para descubrir el regalo que puede ser perderlo todo para vivir de nuevo.